Hillary

Hay animales, como las personas, que nacen con una estrella… con suerte… el caso de Hillary, a pesar de los pesares, podría ser uno de estos casos… a pesar de haberse pasado mucho tiempo en un jaulón, a pesar de haber perdido prácticamente todos sus dientes, a pesar de haber sido reservada para ser adoptada, pero luego haber “perdido” esa reserva en algún momento… a pesar de todo esto Hillary es una gata con suerte… porque no estaba previsto, pero aun así, Hillary llegó a Madrid Felina y dejó de sufrir en la calle los calurosos veranos, los gélidos inviernos… dejó de tener que buscar comida para cogerla directamente de un cuenquito… perdió sus dientes, sí, pero los perdió en una operación quirúrgica, no en la calle entre mil dolores… por todo ello considero a Hillary como una gata con estrella…
Hillary fue encontrada al ir a buscar a otra gata… en realidad la otra gata incluso fue encontrada al ir a recoger a otro gato a una casa… Fueron a recoger a Coro a su casa, allí, en la calle vieron a una gata preñadísima que intentaron recoger… pero Hillary, que ya digo que es una gata con suerte, vio la jaula trampa y entró ella… también estaba preñada, y encima era muy cariñosa… y así Hillary llegó a un jaulón de la sede de Madrid Felina



… allí pasó su cuarentena de sobra, más de dos meses de jaula… resignada e incluso contenta, por tener mimos y tener comida a libre disposición y agua fresquita… fue esterilizada y empezó a buscar su propio hogar… en ello continua…
Hillary no podía salir de la jaula para ir a la habitación donde viven los gatos sueltos porque no estaba vacunada, esto se debía a que estaba siempre constipadilla, con el moquillo colgando… y no se podía vacunar, así que se pidió acogida para ella… y encontró esa casa de acogida… además del resfriado que arrastraba la pobre día tras día y del cual debía recuperarse, Hillary tenía la boca muy mal… heriditas en las encías, una gingivitis bastante importante… aguantó como pudo, comía incluso pienso, aunque prefería las latitas, para qué engañarnos… pero la casa de acogida no se podía hacer cargo de ella más tiempo y Hillary tuvo que volver a la jaula… los días que pasó recuperándose le fueron bien, cogió fuerzas y por fin, dejó atrás aquel resfriado… por fin pudo ir a la habitación de los gatos sueltos!!! Allí Hillary recibió una gran noticia… ¡¡alguien la quería para siempre!!... la iban a adoptar… y como su gingivitis le seguía dando problemas, en una revisión se decidió que había que extirpar muchas piezas dentales…







Su antigua casa de acogida no lo dudó, la volvería a llevar a casa para pasar el preoperatorio, las revisiones, el post operatorio y las revisiones… y allí esperaría por fin a aquella gente que la quería desde el otro lado del continente… pero esto tampoco pudo ser para Hillary, la operación fue genial, se está recuperando, lenta pero constante, pero vuelve a buscar su propio hogar, su familia que la quiera para siempre…
Aun así, empezamos esta historia diciendo que Hillary era una gata con estrella, y sigo pensando que lo es… porque Hillary a pesar de todo tiene una casa de acogida donde la adoran (la adoramos), donde la ponen latita y donde la acarician constantemente… Hillary es una gata cariñosa, se hace querer, es silenciosa y tranquila y se sienta en un rincón, como para no molestar, pero está deseando que le acerques una mano, eso solo, ella se restriega buscando mil veces las caricias que desea… es dulce, muy dulce… es la gata que todos quisiéramos tener, que se adapta fácilmente al cambio, que se adaptó fácilmente al cambio de la calle a la jaula, que se adaptó fácilmente al cambio de la jaula a una casa… que se adaptó a volver a la jaula, y a salir de ella para compartir su espacio con un montón de gatos más, y otra vez a volver a aquella casa que ya no recordaba… Hillary se adaptaría a tu casa, si tu quisieras, en 5 minutos… solo necesita que la mimes, que la quieras, que la acaricies, que la hables, que la des besitos entre las dos orejitas… bueno, claro… y que de vez en cuando… ¡¡le pongas una latita!!



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